martes, 22 de mayo de 2012

Tango y mística en Bogotá


Texto y Fotos por Belén Ruiz 
Publicado en Revista Dínamo Cultura
http://www.revistadinamo.com/?p=2352


Por primera vez, en cincuenta años de trayectoria, la diva del tango cantó en Colombia y conquistó a más 50.000 espectadores en la plaza céntrica de la capital. Una noche de tango cerró el XIII Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.

El día del concierto estaba todo perfectamente en su lugar a excepción del clima, que parecía no estar a favor. Las cabalísticas palabras “Pugliese, Pugliese, Pugliese” fueron pronunciadas al universo por el productor de Amelita, Sebastián Barbui, para ahuyentar a la lluvia. Por la tarde, Barbui se encontraba en el escenario de la Plaza de Bolívar para la prueba de sonido. Gran parte del público estaba allí firme y aguardaba su lugar para la noche.

De pronto, unas gotas empezaron a caer. La capital está acostumbrada a la lluvia. El productor se quedó tranquilo cuando le informaron que jamás se suspendió un show por el agua. Casi como un milagro, antes de que caiga la tarde el cielo se abrió y salió el sol. Gracias Pugliese.

La enorme felicidad de Amelita se percibía en todas partes y adentro de uno mismo. La magia de la noche empezaba a hacerse eterna. Bogotá se había parado para el gran cierre del festival y cuando hay grandes eventos la seguridad de la ciudad se  vuelve extrema.

Todas las calles se encontraban cortadas y llenas de militares, policías y personal de seguridad. Es una sociedad muy golpeada que aún hoy sigue luchando por la paz, la libertad y los derechos humanos que todavía tienen arrebatados. Por eso el pueblo valora este tipo de encuentros culturales y artísticos que le devuelve alegrías y libertades.

El show comenzó con la Orquesta Sinfónica Nacional hasta que en el tercer tema apareció la diva del tango. “Finalmente puedo decir: Buenas noches Colombia por primera vez en mi vida”, expresó conmovida Amelita.  La ovación y los aplausos del público representaban la felicidad y  la emoción colectiva de aquella noche.

Una vez más, Amelita se convirtió en una embajadora argentina; fragmentos de nuestra ciudad porteña fueron manifestados y bienvenidos en la tierra colombiana. La fuerza latinoamericana se unió y bajo una comunión cultural, Amelita interpretó “La Primera Palabra” de Piazzolla y Ferrer. “América cántame bien, América grítame bien y América parime en español”, cantó con potencia Baltar para inaugurar su concierto.

La Orquesta Sinfónica Nacional demostró un gran virtuosismo en cada uno de los arreglos del repertorio de Piazzolla. La orquesta tuvo solo dos ensayos con Amelita  pero su compromiso y profesionalismo logró una limpia y perfecta melodía que acompañó  de forma simbiótica a Baltar. 

El concierto siguió con una historia de amor que se expresa en “Los paraguas de Buenos Aires” y luego con “Vamos Nina”, una canción que nació en París del 71. "Cuando estábamos allí con los bolsillos bien delgados, entramos a un cafetín donde había una mujer tomando alcohol con un perrito al lado. Ferrer se dio cuenta que no era todo lo feliz que parecía y le escribió esta canción", recordó Amelita. 

El momento más esperado fue cuando cantó su nuevo tema “Sería fácil decir”, un poema que escribió años atrás cuando estudiaba armonía poética con Homero Expósito. La música fue compuesta por Sebastián Barbui, su músico y productor. Es un tango de amor con una melodía fresca y virtuosa que entra directo al cuerpo de quien lo escucha. 

La canción preferida de Amelita de la trilogía de baladas de Piazzolla y Ferrer es “Balada para mi muerte”. Uno de los momentos más emotivos fue cuando la interpretó. Al final del tema con una mano en el corazón y con el alma abierta, soltó el mensaje: “La felicidad que tengo en el pecho al estar aquí con ustedes”. Con los ojos inundados y la emoción atragantada no pudo seguir con sus palabras, pero en ese momento salió el público a ovacionar y devolver el abrazo. El repertorio continuó con “Violetas populares”, de Mario Trejo y Piazzolla dedicada a  Violeta Parra.

Llegó el momento de la despedida con la canción que se convirtió en el himno de Amelita, Piazzolla y Ferrer, “Balada para un loco”.  La interpretación de la balada logró los puntos de dramatismo más fuertes. La entrega de Amelita y la orquesta durante todo el concierto fue extrema y la reciprocidad con el público, constante. El concierto terminó y la felicidad y la emoción de Amelita era inmensa. “Hace mucho que no era tan feliz cantando”,  confesó Amelita desde su corazón. 



Un festival, un homenaje y Piazzolla


El sonido porteño del bandoneón y la voz de la musa inspiradora de Piazzolla fueron los elegidos para realizar un homenaje de parte de Colombia a la cultura argentina. Amelita Baltar fue la artista invitada para la clausura del XIII Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB).

Baltar se presentó junto a la Orquesta Sinfónica de Colombia la noche del domingo 8 de abril en la Plaza de Bolívar ante más de 50.000 personas. El homenaje fue un reconocimiento a la fallecida argentina Fanny Mikey, fundadora del festival. En el cierre, también se presentó el tanguero Juan Carlos Godoy.

El FITB se realiza cada dos años en la capital colombiana. A partir del 23 de marzo y hasta el 8 de abril de 2012 transcurrió la versión número XIII del festival que contó con 32 países, 63 compañías internacionales y más de 180 grupos colombianos. Amelita y su productor, Sebastián Barbui, llegaron a Bogotá tres días antes del show para ensayar con la orquesta el repertorio de Astor Piazzolla.




     
Belén Ruiz

jueves, 10 de mayo de 2012

Ariel Hernández revela su Tango Groove


Texto y Fotos por Belén Ruiz
Publicado en Revista Dínamo Cultura 
http://www.revistadinamo.com/?p=2412

El bandoneonista y compositor Ariel Hernández presenta su nuevo disco Tango Groove el próximo sábado 5 de Mayo a las 21.30 en el histórico Auditorio Kraft. Estará acompañado de Lila Horovitz en contrabajo, Martín Robbio en piano y Katharina Deissler en violín. La banda invitada es Barbui & Le Troupe.

“Volver después de 20 años de recorrer el mundo y hacer la presentación mundial del álbum en Buenos Aires demuestra que quiero compartirlo en la Argentina antes que en cualquier parte del mundo”, confiesa.


Con su música, recorrió distintos escenarios de Europa con un sonido neotangero que renueva los ritmos sin dejar de transmitir la raíz original del tango. Además, Hernández retornó a su tierra natal para integrar una vez más y de forma definitiva la banda de Amelita Baltar.

Tango Groove es una producción instrumental con un estilo propio e innovador. El sonido respeta todos los patrones del tango y tiene influencias del flamenco, jazz, clásico, pop y elementos electrónicos. El artista considera que el disco tiene formulas rítmicas y melódicas totalmente novedosas que pueden atraer a distintas generaciones.

Su cuarteto se completa con Horovitz, Peñaloza y Ana Hernández. “Tanto en España como en el norte de Europa, al cuarteto lo definen como la modernidad del tango. Está integrado por dos hombres y dos mujeres. Creo que ese equilibrio juega a favor del sonido final. Aparte, establecemos el concepto del groove en el tango y un swing tanguero especial”, afirma.

El músico y productor Sebastián Barbui tuvo la iniciativa de presentar el disco en Buenos Aires, con la intención de promover la cultura del tango contemporáneo. “Me encanta ver que hay tanta gente volcada al tango, tantos bandoneonistas jóvenes y tanta gente que se está formando en el género. Es fundamental para que la música de Buenos Aires siga viva y esté en crecimiento y evolución”.

La producción artística del disco está a cargo de Jacobo Aguirre y los músicos invitados son Barbui en guitarra y el español Chico Fargas en percusión.

Ariel Hernández compartió escenarios y colaboró en producciones con figuras de la talla de Paquito de Rivera, Vicente Amigo, Rubén Juárez, Amelita Baltar, Bersuit Bergarabat, Tony Zenet, Antonio Bartrina (Tango Jondo), Malevaje y las principales orquestas sinfónicas de España. También es el director y creador del grupo español “Che Camerata”.



Belén Ruiz
belenruizj@gmail.com

Atahualpa Yupanqui, 20 años sin él


Por Belén Ruiz
Publicado en Revista Dínamo Cultura
http://www.revistadinamo.com/?p=2508



Este miércoles 23 de mayo se cumple el aniversario de la muerte del hombre que revolucionó con su música y poesía la cultura latinoamericana

Héctor Roberto Chavero, su nombre real, murió el 23 de mayo de 1992 a los 84 años en Nimes, Francia. Él mismo se bautizó con el nombre Atahualpa, en referencia al Cacique Inca, y el apellido Yupanqui que significa en quechua “al que viene de tierras lejanas para decir algo”.

Atahualpa se convirtió en un icono y emblema no solo para el folklore sino para toda la música. A lo largo de su carrera eligió un perfil que iba a contramano de los cánones de la industria. Marco el camino de muchos artistas y dejó la huella de sus pensamientos cargados de profundidad y sabiduría.

En su extensa obra aparecen canciones como "La alabanza", "El arriero", "Coplas del payador perseguido", "Los ejes de mi carreta", "Piedra y camino", "Viene clareando",  “Milonga del peón de campo”, entre otras. A éstas se suman libros como Piedra sola (1941), Aires indios (1943), Cerro Bayo (1946), Tierra que anda (1948), El payador perseguido (1964), El canto del viento (1965), Guitarra (1972), Del algarrobo al cerezo (1977) y La capataza (1992).


Belén Ruiz
belenruizj@gmail.com